No, ni la familia de mi amiga ni yo nos hemos vuelto locos, o no más de lo que ya estábamos antes. Se trata de Rosh Hashana, el paso del año judío.
Fue una gran fiesta, vino gente de todas partes y después de que el padre recitase las oraciones pertinentes y bendijese el pan, pude participar en las tradiciones culinarias: bolas de matzah, pastel de bacalao con pasta picante de rábanos y vinagre, carne estofada de ternera, y algo que tan importante para ellos como las uvas para nuestro fin de año: manzanas con miel. ¡Ah! y de postre, kugel de fideos con pacanas.
El cuerno de carnero (shofar) , ya estaba presente en la mesa a la espera de ser soplado a la mañana siguiente como símbolo de arrepentimiento...
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