lunes, 15 de febrero de 2010

¡Feliz año 4708!

Este es ya el cuarto fin de año que celebro en lo que va de ídem. Primero fue el año judío, luego una amiga española y yo convencimos a un nutrido grupo de americanos de que engullir doce uvas casi sin masticar en tiempo récord no era un riesgo de atragantamiento y una irresponsabilidad sino una bella tradición local, y picaron. El fin de año americano fue el más tranquilito, pues estuvimos viendo en la tele la multitud en Times Square y poco más, dado que todo el mundo desaconseja meterse en el barullo, con el frío y la espera de horas sin poder sentarse.


Y ahora llega el turno del este de Asia, así que ¡feliz año del Tigre!


La danza de los leones es el elemento más característico de la víspera de año nuevo chino. Los leones, llevados por dos personas, entran en todas las tiendas y restaurantes del barrio, para repartir buena fortuna.Dentro de la tienda, y tras el baile al son de los tambores y los platillos, se ofrece al león un sobre rojo con dinero como agradecimiento por su bendición.

Oriente y Occidente se encuentran.

Las cofradías llevan carros donde transportan los pesados timbales y grupos de banderas





En el Estado de Nueva York están prohibidos los fuegos artificiales, así que han llevado al extremo los elementos que sí están permitidos, como petardos que explotan al arrojarse contra el suelo o cañones de confeti, serpentinas, paracaídas de papel...

Avanzada la celebración, algunos cofrades se relajan e improvisan, como este señor que nos deleitó con una exhibición de katas a lo Chiquito de la Calzada.
La cofradía franckmasona de Chinatown cubre los comercios de la zona más humilde del barrio de la que nadie más parece acordarse, lejos del bullicio de las calles centrales. Me intriga que algunos de los comercios no les dejaron entrar poniendo un bidón en la puerta. Creo que me falta información sobre todas las implicaciones del ritual. Pero la imaginación es libre.

Al final, derrengados, unos leones cruzan a dos patas Canal Street en retirada. Ya está bien por hoy.

Ni Confucio puede con su alma.

martes, 9 de febrero de 2010

Good bye, my Coney Island...

Ya queda poco. Los sentimientos de estas últimas semanas son complejos y difíciles de describir. Llegué sin conocer a nadie en la ciudad y con dos maletones y en este año he conocido a buenos amigos, he aprendido sobre culturas lejanas, he dado nueve conciertos, he desarrollado mi carrera profesional por interesantes y no esperados derroteros, y me he mezclado con esta ciudad surrealista que he llegado a amar y también, cómo no, a aborrecer un poquito. Estoy convencido de que Nueva York dejará rastro en todo lo que haga durante mucho tiempo y en cómo perciba lo que pasa a mi alrededor.

Este blog, que abrí con la intención de compartir con mis amigos parte de las experiencias que he ido viviendo y paliar la lejanía del "emigrado", ha cumplido su objetivo con creces. Con que hayáis disfrutado leyéndolo una cuarta parte que yo escribiéndolo ya puedo quedar satisfecho.

Aunque faltan dos semanas para coger mi ferry boat, se van a pasar en un abrir y cerrar de ojos, así que ya puedo decir:


Goodbye My Coney Island, Baby
Farewell my own true love,
I'm gonna go away and leave you
Never to see you anymore.
I'm goin' to sail up on a ferry boat,
Never to return again...
So goodbye, farewell, so long for ever,
Goodbye My Coney Isle,
Goodbye My Coney Isle,
Goodbye My Coney Island Babe.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Miscelánea (n)

Es posible que caminando por cualquier calle de Manhattan te encuentres en alguna ocasión con un cartel desportillado con un símbolo nuclear y que reza: "Fallout shelter", o lo que es lo mismo, refugio contra bombardeos. Son los más palpables restos que se conservan, más porque nadie se ha molestado en quitarlos que por protección historica, de la Guerra Fría. Los bombardeos afortunadamente nunca llegaron, aunque tengo mis dudas de que esos sótanos y garajes albergasen condiciones suficientes para servir de algo en caso de un bombardeo nuclear.


La entrada, con un cartel cutre en coreano y las empinadas y oscuras escaleras repetas de pósteres calentorros harían pensar que estás adentrándote en una casa de lenocinio...
...cuando en realidad estas a las puertas de mi local favorito en Koreatown: Pocha 32, refugio manhattanita de los que añoran la version coreana del chiringuito: los pocha macha, (con perdón), suelen estar en las orillas de los ríos, y en ellos se bebe mucho soju de frutas, cerveza y abundante comida, fritos y parrilladas especialmente. Desde que hace un año descubrí el garito, en el que rara vez se ve a un occidental, he ido siempre que he tenido una excusa, ¡y a veces sin tenerla!

En el garaje de un condominio de la Quinta Avenida, un increíble clon de Andy Warhol, broker jubilado y con más pluma que Cervantes, ataviado con jersey rosa ajustado, camisa pistacho y pañuelo a juego, mata las mananas encerando, puliendo y abrillantando a sus "niños": dos Rolls-Royce tamaño descomunal.

¡Hala! Limpios como los chorros del oro:

Otro día, mas.
Agradecimientos: a Juan por las fotos de Andy y del garito, y a Jorge por la del refugio. (Cada vez estoy más vago con esto de tomarlas yo, y si hay un alma caritativa con una buena camara que se ofrece...)

miércoles, 20 de enero de 2010

Contrastes

Dos coches: uno de gasolina y el otro, amish, a tracción animal.

Judíos ortodoxos entrenando sus katas de kung-fu en un gimnasio shaolín de Williamsburg.

Grupo de monjes budistas, de paseo por Central Park.

sábado, 9 de enero de 2010

Dos virales gamberros.

¡Feliz año nuevo a todos! Ya iba haciendo tiempo que no escribía, y aunque este blog está dedicado a Nueva York y a cosas serias (?) y no suelo poner vídeos chorras de esos que circulan por la red, hoy voy a hacer la excepción con dos que me han hecho llorar de risa. Hace falta un poco de inglés para entenderlos, ¡pero merecen la pena!

1-El viral de Youtube del año que ha acabado: el alucinógeno vídeo musical de Total Eclypse of Heart, canción ochentera donde las haya, con la letra cambiada para que describa lo que de hecho está pasando en el vídeo. Memorable:



2-Barrio Sésamo no volverá a ser lo mismo, ni el Conde Draco, (originalmente Count von Count), que nos deleitaba con sus series numéricas en nuestra infancia, con sólo aplicar la censura a una palabra.