martes, 9 de febrero de 2010

Good bye, my Coney Island...

Ya queda poco. Los sentimientos de estas últimas semanas son complejos y difíciles de describir. Llegué sin conocer a nadie en la ciudad y con dos maletones y en este año he conocido a buenos amigos, he aprendido sobre culturas lejanas, he dado nueve conciertos, he desarrollado mi carrera profesional por interesantes y no esperados derroteros, y me he mezclado con esta ciudad surrealista que he llegado a amar y también, cómo no, a aborrecer un poquito. Estoy convencido de que Nueva York dejará rastro en todo lo que haga durante mucho tiempo y en cómo perciba lo que pasa a mi alrededor.

Este blog, que abrí con la intención de compartir con mis amigos parte de las experiencias que he ido viviendo y paliar la lejanía del "emigrado", ha cumplido su objetivo con creces. Con que hayáis disfrutado leyéndolo una cuarta parte que yo escribiéndolo ya puedo quedar satisfecho.

Aunque faltan dos semanas para coger mi ferry boat, se van a pasar en un abrir y cerrar de ojos, así que ya puedo decir:


Goodbye My Coney Island, Baby
Farewell my own true love,
I'm gonna go away and leave you
Never to see you anymore.
I'm goin' to sail up on a ferry boat,
Never to return again...
So goodbye, farewell, so long for ever,
Goodbye My Coney Isle,
Goodbye My Coney Isle,
Goodbye My Coney Island Babe.

5 comentarios:

  1. El verdadero viaje está por empezar, amigo.

    ResponderEliminar
  2. Se equivoca de persona, caballero, a pesar de vivir en un edificio industrial de Brooklyn no consumo drogas.

    8-)

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado. Algún día iré yo. Ishtar.

    ResponderEliminar
  4. Antes de nada felicidades por el blog, una pregunta, después de proyectos y rumores de quitar el parque de atracciones de Coney, a dia de hoy como está la cosa??

    ResponderEliminar
  5. Pues en parte ya está consumado, dado que Astroland, el último de los conjuntos de atracciones que quedaba, el que más tarde abrió, en los 60, cerró el año pasado. Quedan no obstante bastantes atracciones sueltas funcionando, incluido el famoso Cyclone (la montaña rusa de madera) y un par de norias históricas, además de multitud de puestos de pequeñas atracciones y venta de perritos y chucherías.

    Pero lo más gordo está por venir, porque quieren demolerlo y convertir la zona en una urbanización de lujo. De hecho los solares donde estaban los parque de atracciones originales, Luna Park y Steeplechase son desde hace bastante tiempo bloques de pisos. No obstante, la presión social y una asociación formada para defender el carácter histórico de la zona parece que están manteniendo de momento en suspenso el último golpe a Coney Island.

    ResponderEliminar