domingo, 20 de diciembre de 2009

Händel en Taiwán

Sí, sí, ya sé que esto últimamente va de música casi exclusivamente... es un reflejo de que que ésta cobra cada vez más importancia en mi vida aquí y ocupa gran parte de mi tiempo libre.

Parecía que el concierto del Bronx era difícilmente superable en cuanto a surrealismo y capacidad de improvisación, pero lo mejor estaba por llegar: el sábado por la noche me llamaron de otro grupo, la Pocket Opera of New York, preocupados porque estaban a punto de cancelar el concierto del día siguiente por falta de voces masculinas. Es un coro de cámara de unos 12 cantantes con orquesta a juego, y dos de los tres bajos habían fallado en el último momento. El caso es que se debe de estar difundiendo la especie de que servidor es un kamikaze coral que se apunta a un bombardeo, porque me pidieron que me aprendiese el Oratorio de El Mesías de Händel en menos de 24 horas, para cantarlo... sin ningún ensayo, así, a pelo. Yo, ante semejante desfachatez, dije que sí, por supuesto.

Así que esa noche y la mañana siguiente me pegué una buena panzada a estudiar pieza tras pieza hasta casi veinte números corales. Creo que es lo más loco que he hecho hasta el momento en terreno musical (aparte de recluirme una semana con un grupo de frikis en un monasterio gallego para cantar ocho horas al día, que tampoco fue parvo).

El concierto tuvo lugar en la Iglesia Unificada Cristiana-Taiwanesa de Astoria, y el público era casi en su totalidad oriental. Si miraba al frente mientras cantaba enfervorecido por la belleza de la música barroca, lo que veía era a unos 300 taiwaneses escuchando en silencio.

Bueno, pues la cosa salió, y no mal a juzgar por el éxito de público. Al finalizar nos agasajaron a los músicos con un banquete de comida tradicional taiwanesa en los locales parroquiales: arroz con carne y raíces, sopa de tofu con huevo, y de postre, unas bolitas con forma de calabaza rellenas...de pescado.

Nada más por hoy. Se despide a la espera de apagar otro fuego, el Bombero Torero de los coros de Nueva York.

1 comentario:

  1. ¡Impresionante! Si te falla la arquitectura (o si te hartas) siempre puedes ser "bajo de emergencia".
    MM

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