martes, 9 de junio de 2009

Fotos que no hice.

Algunas fotos que me gustaría poner en el blog pasan delante de mis narices sin que reaccione. La definición de instantánea para mí es parecida a la clásica definición de respuesta ingeniosa: la que se te ocurre media hora después de haberla necesitado. Pues ese instante memorable siempre me pilla o sin cámara, o a toda carrera, o simplemente el tiempo de reacción del "click" es suficiente para que el momento pase y ya no haya nada que hacer. Insisto que no me gusta hacer fotos, ahora que las hago para el blog las tiro sin cuidado, con una mano, sin acercarme la cámara a la cara y me salen casi siempre movidas, sin contar con que la cámara que tengo es la más cutre del mercado: ni gran angular, ni una óptica decente...así que se hace lo que se puede para las limitaciones del aparato y su dueño.

Además, para hacer fotografías de gente hay que tener muy claro que te importa un pimiento la intimidad de los retratados o cómo vayan a reaccionar, o que se pueda romper el momento...vamos, hay que perder pudores que yo no he perdido.

Estas son algunas de las fotos que no pude hacer:


-Un tipo con sombrero de copa pasa a toda velocidad por la calle sobre un artilugio compuesto por dos bicis, soldada una encima de la otra.

-Cuatro señoras con pañuelos en la cabeza atienden silenciosas y santiguándose a cada rato a las vísperas en la Catedral ortodoxa. El coro canta polifonías mientras el pope, vestido de vivos colores esparce incienso detrás del iconostasis.

-Un junco chino pasa delante de la Estatua de la Libertad.

-El viejo rabino con su espesa barba blanca le enseña a unos niños de bucles negros quién sabe qué antiguos conocimientos a la entrada de una librería.

-Cualquiera de las limusinas, que pasan cuando menos te lo esperas. Simplemente no las pillo.

-Un hombre reparte publicidad a las 8 de la mañana en un pasillo del metro. La gente, acelerada la rechaza o la coge sin mirarle. Pero no reparte propaganda de un vidente o una tienda de manicura, se anuncia a sí mismo: es un candidato a concejal del distrito que se curra así los votos de estación en estación.

-El músico del metro tiene tanto swing que acaba bailando todo el andén.

-Satán, el líder de la banda de moteros, tostándose al sol en su patio con algunos de sus acólitos tiene su niñita recién nacida sobre el pecho peludo. Esa cosa tan pequeña y rosada sobre una mole humana llena de tatuajes le ocupa poco más que el pezón izquierdo. Es un contraste de lo más tierno. Satán vive en la calle paralela a la mía y mi compañera de piso le conoce de hace tiempo. "Hey, Melinda! Ya know? I like you b´cause you don´t judge us, you say hullo when you pass, uh?, not like most of the people that watch us like a cage of monkeys..."

Desde luego no parecía el momento para ponerse a tirar fotos...

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