martes, 7 de abril de 2009

Brand New Scooter

Últimamente le he estado dando vueltas al tema del desplazamiento por la ciudad. Mi casa está a un buen paseo de la boca del metro, y aunque en total tardo algo menos de media hora al trabajo, para abreviarlo un poco más había pensado comprarme una bici, plegable tal vez, para combinarla con el metro. Pero es inviable por varias razones.

1-Es legal llevar una bicicleta en los vagones y pasillos del metro, pero es altamente inseguro, porque en la hora punta existen muchas probabilidades de que, aunque consigas meterla en el vagón a presión, no salgas de ahí por el linchamiento colectivo de los demás pasajeros. Y claro, de escaleras mecánicas y de ascensores ni hablamos, así que habría que cargarla a pulso, a trompicones, con lo que el tiempo que te ahorras es posible que lo gastes con creces en el transbordo, intentando avanzar entre la gente.

2-Como casi todo en esta ciudad, son prohibitivas. En DUMBO (un barrio de artistas, Down Under Manhattan Bridge Overpass), en la tienda más alternativa de bicis recicladas llamada Recycle-a-Bicycle te venden un amasijo de hierros oxidados más caro que mi bici nueva en Madrid. Y en las tiendas normales, de no bajan de los mil dólares.

3-Todos los foros de bicis y ciclistas urbanos con experiencia te aconsejan el candado rígido en U como el más seguro y disuasorio...menos en Nueva York, donde también los ladrones están en la vanguardia de lo suyo, y han descubierto una técnica para reventarlos como si nada, así que aquí las bicis se atan con candado de moto, de cadenas de eslabones gruesos, lo que se llama en argot una pitón. Y ves a los pobres hombres cargando con esa pesada cadena cruzada al cuello cual banda de Miss Simpatía de todo a veinte duros.

4-Existe una cierta tendencia kamikaze en todo neoyorquino, pero en los ciclistas excede cualquier límite. Convivir con el tráfico de Manhattan, en el que nadie respeta un semáforo, y todo el mundo va como loco, sólo lo consiguen siendo ellos más agresivos todavía, arrollando a la gente, cruzándose con un camión o con un autobús sin pestañear...no sé yo si estoy preparado física y mentalmente para eso.


Así que uniendo cabos he tenido un momento de lucidez y me he comprado...¡un patinete! Así podré además moverme fácilmente por Manhattan sin necesitad de acabar con la lengua fuera.

Claro que vaya numerito voy a dar...:-D

5 comentarios:

  1. Pordiosss, pon una foto tuya montado en el patineteeeeeee. Eso es para vero! ja ja

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  2. Parafraseando a Cohen:

    "First we skate Manhattan... then we skate Berlin"

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  3. Pues yo no se por qué siempre pienso que en Manhattan el tráfico es mas bien tranquilo... Será que como turista me pasaba la hora punta sobando. Eso sí, lo del metro es horroroso: el metro mas cutre, guarro, ruidoso y lleno de gente del mundo.

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  4. nooooooooooooooooooooo!el patineteeeeeeeeeee nooooo!por favor queremos fotos...queremos fotos!perry!soy perry!

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  5. De tranquilo nada...no llega a los límites marroquíes pero se le acerca. Es bastante caótico y eso que los impuestos por entrar en Manhattan y por aparcar disuaden a muchos de meter el coche en la ciudad. Casi solamente se ven taxis, camiones, y alguna que otra limusina o cochazo. Pero muchos. y no es tanto la densidad, sino el desorden, en el que colaboran activamente el peatón, que cruza(mos) donde y cuando apetece. Martu, Perry, habrá fotos, sólo que no sé cómo tomármelas mientras monto sin matarme.
    Hoy ya he ido al trabajo y de compras en el "bicho"...¡me encanta! Fácil de manejar, efectivo y te vas quedando con la gente. Creo que me he enganchado.

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