jueves, 19 de marzo de 2009

La Vie de Bohème

Ambas citas resultaron exitosas. La amiga de la arquitecta, dominicana, me alquila hasta final de mes una habitación en el piso que está desmontando. Como está vendiendo los muebles, de cuando en cuando entra gente a ver si le sirve algo, lo que tiene una parte interesante, porque estos también se enrollan a hablar, y otra pesada, porque a veces uno quiere estar tranquilo.

Y la habitación del anuncio...

...está en un loft en Williamsburg, el barrio de intelectuales y jóvenes artistas alternativos de Brooklyn, a una parada de Manhattan. El ambientillo de la zona es de lo más pintoresco, con la mezcla racial y cultural de Nueva York en general, pero rodeado de tiendas de ropa de segunda mano, librerías de arquitectura y arte, anticuarios, restaurantes baratos y chic, galerías de arte alternativas...

El barrio ha sufrido en los últimos 20 años un proceso que aquí llaman gentrification, que consiste en que un barrio marginal, o en este caso industrial, va siendo tomado gradualmente por habitantes jóvenes y no conflictivos de otras zonas y pasa a ser un sitio agradable para vivir. Según me dicen, en los 70 entrar en este barrio significaba no salir vivo.

Mis tres compañeras de piso: una es editora, otra es pintora y escritora y la tercera es su hija de siete años. De hecho, mañana estoy invitado a la fiesta de inauguración de una exposición suya (de la pintora, claro), con jazz en directo y performances. dice que me va a presentar a gente, y yo estoy encantado, porque llevo menos de una semana y ya estoy metiéndome en un círculo social de intelectuales neoyorquinos ¿Quién puede pedir más?

El loft es de los que dieron origen al término, nada que ver con los espacios alucinantes de diseño de colores satinados de los libros del VIPS. Es más bien destartalado, como Nueva York mismo, y el inmueble (otra vez Berlín) me recuerda en estética a las famosa casa okupa Tageles, en Mitte, pero en versión modesta y sin graffiti. Mi cuarto es, como diría la chirigota gaditana "los buscapisos":

"...Con ambiente acogedor
bueno, más que acogedor,
aquéllo era un probador...
y el letrero del felpudo,
en vez de un "Bienvenidos",
sólo pone "Ay!..."


Es un cubiculillo, pero con mucha gracia. tiene dos alturas, y la superior está hecha con estructura y una escalerita de madera pintadas en blanco. ahí se sitúa la cama y una ventanita pequeña. bajo la cama, un pequeño escritorio adosado, una estantería, sitio para la ropa... y ya. Técnicamente no está amueblada, pero no sabría donde poner ningún mueble salvo tal vez una silla y una lámpara, así que me voy a ahorrar el palizón de IKEA. En cambio, las zonas comunes, y eso es una rareza en Nueva York, son amplias, con techo alto y grandes ventanales. Vamos, lo que se llama un loft. El edificio fue fábrica de armamento y me tengo que informar mejor de cuándo se construyó, porque me llama mucho la atención. En un extremo del espacio central, un grueso pilar cilíndrico con un notable capitel cónico invertido, le da ese toque industrial y un particular encanto.

Así que...ya estoy establecido, chicos!

1 comentario:

  1. Hola NY-Boy!
    Un comentario rapidísimo de un agente de la policía lingüística:
    La palabra es “Tacheles”
    (de origen una palabra hebrea “taklî”=objetivo)
    y es yiddish, significa en español: Hablar el cristiano, cantar las claras, hablar sin rodeos
    (Así ya se ve... hay raíces comunes en la mentalidad alemana y judía ;)

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